La entrada en vigor de la Ley 35/2015, de cálculo de indemnizaciones de accidentes de tráfico, genera un incremento de las mismas del orden de 50% de media en casos de muerte, y del 30% de secuelas. Estos baremos si bien se refieren a accidentes de circulación, la Jurisprudencia los aplica también en caso de accidentes laborales y negligencias médicas.
Las aseguradoras tendrán que ocuparse también de los tratamientos de la víctima del accidente de por vida y cubrir de ciertos gastos a los servicios públicos (perjuicios médicos futuros, rehabilitación, prótesis…). También se aborda la perdida de ganancia (lucro cesante), e informe pericial gratuito en reclamación extrajudicial.